1-The Propaganda
2-The Truth
3-The Priest
4-The Key
5-The Channel
6-The Story
7-The Surrender
2-The Truth
3-The Priest
4-The Key
5-The Channel
6-The Story
7-The Surrender
Regresaron Wes Borland a la guitarra, el legendario Ross Robinson a la mesa de mezclas, y el resultado fue...deficiente. Aunque más que por la calidad del disco en sí, el suspenso viene propiciado sobre todo por una alarmante falta de ideas, culminada con un plagio descarado al alumno primigenio, que no es otro que Rage Against the Machine.
Todo lo que rodea a este disco es ya un cúmulo de despropósitos: la venida del disco estuvo precedida por una ausencia total de publicidad (algunos dicen que como un reto hacia ellos mismos y sus detractores por ver si eran capaces de mantener el nivel de ventas), el batería John Otto tuvo que ingresar en un centro para tratar sus adicciones, por lo cual sólo participó en la grabación de un tema... En fin, un desastre.
Para hacerse una idea, no hay más que echarle un vistazo al video del single The Truth, y "disfrutar" con su austeridad (por llamarlo de alguna manera), atributo constante a lo largo de todo el cd, con un sonido bastante crudo. Yo, la primera vez que vi el clip sinceramente pensé que no se trataba de Limp Bizkit, o que en todo caso era una broma. Lamentablemente, estaba equivocado.
Pero, sin duda, lo peor de todo es que el disco no va más allá de una pésima revisión de la banda de Tom Morello. Especialmente sangrante resulta el caso de Fred Durst, convertido en el clon (malo, por cierto) de Zach de la Rocha, habiendo mutado su timbre de voz hasta resultar irreconocible. Y en el apartado musical más de lo mismo, aunque al menos Wes Borland se ha dignado a no bajar la ganancia en las distorsiones. Incluso las letras se han visto impregnadas de temática política, anti sistema y con fuerte carácter crítico tan propia de los RATM, dejando de lado sus típicas vaciladas juveniles, sus omnipresentes "fuck" y demás repertorio "gangsteril".
Pues bien, ¿qué podemos encontrar en éste EP? En primer lugar, " The Propaganda": 5 tediosos minutos de riff pesado y bastante simplón, sin nada que destacar. Ya te puedes hacer una idea de por dónde va a discurrir el resto del disco...
"The Truth" es el único tema recalcable del disco. Un interesante motivo salido de la 5º cuerda de Sam al que enseguida se une la guitarra dan paso a la entrada de Zach... digo, Fred. Con un estribillo al grito de "Imagine accepting the truth", el rapero se desgañita para, llegado el puente del tema, pregonar la consigna "orwelliana" ¡Now speak to your leader! Una proclama antirreligiosa marca el cierre de esta verdad("Our father who art in heaven, hallowed be thy name, deliver me from evil, deliver me from evil...").
"The Priest" suena más que nunca a RATM: la atmosférica estrofa marcada por el bajo y la guitarra se van alternando con un sencillo estribillo... y eso es todo. Probablemente lo mejor de este corte sea la curiosa marcha militar con la que finaliza.
Llegamos al ecuador del disco, "The Key". No podía faltar el clásico tema 100% rap ni siquiera en este EP: un breve interludio que no llega ni al minuto y medio, y donde, apoyado en una monótona base, Fred Durst desarrolla una lírica sin demasiada lógica.
"The Channel" es un caso a destacar: el apartado instrumental de este tema es, junto con "The Truth", lo único salvable del disco, con un riff metalero bastante potente. Y sin embargo la labor de Fred Durst es penosa, siendo benevolente. Mención especial para las frases iniciales, donde el rapero demuestra un dominio aplastante de los recursos lingüísticos:
I don't like the radio
I don't like tv
They're selling so much shit these days
And this shit is not who I want to be
I don't like tv
They're selling so much shit these days
And this shit is not who I want to be
Pura "poesía"...
"The Story” comienza con una guitarra a contratiempo que proporciona un ritmo bastante movido. Pero de nuevo la composición carece del más mínimo interés, siendo completamente lineal y pesada hasta la extenuación.
Finalmente, y en poco más de 25 minutos nos plantamos en el cierre del EP, “The Surrender”. Comentar únicamente que a nadie le hubiera extrañado si este tema de corte lento hubiera formado parte del anterior trabajo de la banda, “Results May Vary”. Para qué decir más…
Creo que con este conciso análisis queda todo bastante claro: estamos ante un disco absolutamente irrelevante. Todos haríamos mejor obviándolo. Y es que no alcanzo a entender, ni de lejos, cuáles pueden haber sido las intenciones del grupo para llevarles a engendrar semejante experimento bizarro. Desde luego, lo que sea que intentaran les ha salido completamente rana (y van ya 2 intentos seguidos).
Da la impresión de que los 7 temas han sido compuestos en unas pocas sesiones, sin apenas contenido a nivel instrumental, con unas letras mucho más superficiales de lo que su temática pueda indicar. Y las composiciones no transmiten absolutamente nada, dejándo a uno totalmente indiferente. Por lo tanto, no puedo darle más de un cuerno y medio.
Afortunadamente para todos, la segunda parte de este proyecto nunca vio la luz (y que así sea por siempre). Además, todo apunta a que, con su nuevo trabajo (“Gold Cobra”) las aguas volverán a su cauce, y esta “verdad incuestionable” habrá sido sólo una efímera y horripilante pesadilla…
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